El mieloma múltiple (MM) es un tipo de cáncer causado por el crecimiento anormal y descontrolado de un tipo de células del sistema inmunitario. Estas son las llamadas células plasmáticas que, cuando sufren este crecimiento anormal, se convierten en células malignas.1-3 Las células plasmáticas se encuentran en la médula ósea, que está en el interior de los huesos. Esta enfermedad aparece habitualmente desde el principio en muchos puntos de esta médula ósea, y se llama por eso mieloma “múltiple”.4
La médula ósea se encarga de producir las células de la sangre, como los glóbulos rojos o los glóbulos blancos. La proliferación de las células malignas impide el correcto funcionamiento de la médula ósea, por lo que en las personas con MM los glóbulos rojos y glóbulos blancos se encuentran disminuidos o tienen un funcionamiento anómalo, pudiendo aparecer anemia o infecciones.1-3
En condiciones normales, las células plasmáticas producen unas proteínas llamadas anticuerpos que se encuentran en la sangre y que tienen una función defensiva frente a agentes infecciosos. Cuando estas células pasan a ser células malignas solo producen un tipo concreto de anticuerpo, que llamamos componente monoclonal (o paraproteína). Este componente monoclonal es anormal, por lo que no cumple su función protectora. Además, en ocasiones este anticuerpo se elimina a través de la orina. En este caso se llama proteína de Bence Jones, y puede contribuir a producir insuficiencia renal. Habitualmente los niveles de componente monoclonal se correlacionan con la cantidad de células malignas que presenta el paciente, por lo que medir su aumento o descenso en la sangre o en la orina permite conocer el estado de actividad o de control de la enfermedad.5
A medida que el tumor crece dentro de la médula ósea puede dañar el hueso que lo rodea, produciendo lesiones dolorosas. También pueden aparecer plasmocitomas, que son acumulaciones sólidas de estas células plasmática.6 Los plasmocitomas pueden también aparecer en otros órganos diferentes del hueso, como la piel, el tubo digestivo o el hígado, entre otros, causando lo que se denomina enfermedad extramedular.7
El MM se clasifica según su actividad y los síntomas que se produzcan. Hay distintos tipos de patología según estos criterios:1-3
Bibliografía